Hace mucho, mucho tiempo... en una tierra no muy
lejana. Vivía un príncipe, no azul, ni verde, ni naranja... El príncipe era
dorado, y brillaba mas que el sol.
Tenia los ojos muy verde, y una mirada mágica que
penetraba el alma de todos aquellos que se atrevían a mirarlo a los ojos.
Era un príncipe bondadoso. Tenia un alma pura y un
corazón de caramelo.
Sus labios finitos solo pronunciaban dulces palabras y
su voz era una tierna melodía a los oídos de todos los que querían escucharlo.
Era un príncipe muy feliz, y regalaba alegría a todos
los que con el se cruzaron.
Era imposible estar triste a su lado, porque siempre
te hacia reír. Tenia cuentos alocados, de terror... que en lugar de asustarte
te hacían doler la panza de tanto que reías.
Le gustaba cantar, y amaba a Charly Garcia. Si! a Charly
Garcia!
Y un día conoció a una chica.... Y se enamoro de ella.
La hizo su princesa... y fueron muy felices.
El Príncipe... Se llamaba Daniel.
Estoy segura que en la casa de las almas puras hay un
ángel rodeado de unos bellos niños que aun no han venido...
Estoy segura que en la casa de las almas puras hay un
ángel contando historias que hacen reír ...
Estoy segura que en la casa de las almas puras hay un
ángel acunando a unos bellos bebes de ojos miel, de ojos celestes... de
sonrisas bellas... y miradas tiernas...
Estoy segura que en la casa de las almas puras hay un
ángel que que esta conociendo a sus nietos, llenándolos de su amor, acunándolos
con esa mirada de amor que el solo tenia.
Estoy segura que en la casa de las almas puras hay un
ángel que se llama Daniel.
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